Post Mortem

Crónica cultual (show, evento, etc)

 

Post Mortem


Me despierto y miro la hora en el celular, marcaban las 10:30 de la mañana. Llego el día, el día que tanto estaba esperando. Hoy por fin veo a uno de mis artistas favoritos de la música argentina después de tantos meses esperando a que llegue esta fecha.

Después de bañarme y ya cambiarme, si, re ansiosa y eso que el show es a la noche, decido desayunar tranquila mientras escucho música de fondo. Me preparo el café de todos los días, bien batido como a mí me gusta y lo acompaño con unas galletitas, pocas ya que a estas horas no me agarra tanta hambre.

Pasan las horas y el comienzo del show se va acercando así que, luego de revisar bien que tenga todo lo necesario en la mochila, salgo de mi casa despidiéndome de mi familia y me dirijo hacia la parada del colectivo. Veo que el mismo tarda un tiempo considerable en llegar, a pesar de haber salido con tiempo y comienzo a ponerme nerviosa, pensando que no voy a conseguir una buena ubicación si llego muy justo.

Por fin el 63 llega y, una vez que le indico al chofer que me dirijo hacia el Teatro Vorterix, busco un asiento disponible y conecto mis auriculares al celular para luego reproducir el álbum que en cuestión de horas escuchare en vivo, “Post Mortem” de Dillom.

Llego al Teatro y cuando la fila comienza a avanzar, muestro el código QR para acceder y ya adentro del establecimiento, me encamino al sector de Merch Oficial del Show y compro una de las remeras que se mostraban a la venta.

Me ubico en alguno de los pocos lugares disponibles que había, un poco lejos del escenario pero se veía bien igual ya que el lugar era chico. Mato el rato hasta que comience utilizando mi celular, revisando las redes y avisándole a mi familia que había llegado bien hasta que veo que las luces se apagan por completo.

El escenario estaba armado con una temática de “funeral” como se ve en el álbum, como también en el lugar había una especie de “santuario” en honor al cantante, quien simulaba haber fallecido. Sumándole que había una persona, ajena al cantante, creo yo que era fan, quien estaba vestida como viuda del mismo, como si hubiera perdido al “amor de su vida” mientras que el público que asistía al show, debía llevar como dresscode una remera blanca con manchas de sangre, representando una especie de lucha y de muerte, como figura en las canciones de Dillom.

Aparece una intro en la pantalla, como si fuera una película, y de fondo comienza a sonar los primeros acordes de la primer canción, que se titula igual que el álbum. En cuestión de segundos Dillom se posiciona en el medio del escenario, generando esa entrada épica y la gente, incluyéndome, se enloquece y empezamos a saltar, sintiendo la vibra del show y dándonos cuenta de que todo se va a descontrolar, como teníamos pensado.

Trato de filmar la mayoría de los momentos del recital en mi celular, para poder memorizarlo de alguna forma extra además de en mi cabeza. Suena una de mis canciones favoritas, “220”, y el ambiente se vuelve especial, el foco de luz solo lo ilumina a él y todos los celulares le apuntan con sus flashes.

Entre canciones y artistas que pasan por el escenario, el tiempo corre y se va acercando el final, aquel momento que no quería que llegue pero que era inevitable. Suena “Amigos Nuevos”, el último track del disco y, con una mezcla de emociones, luces, papeles de colores, humo y palabras de agradecimiento, finaliza el espectáculo y después de despedirse de sus fans, Dillom se retira del show y las luces de Vorterix se encienden, comenzando a descender la gente, acción que imito.

Afuera, con frio y sueño, espero el 63 para la vuelta a mi casa y al llegar el mismo, indico mi destino y le aviso a mi familia que ya estoy volviendo para que estén atentos y me esperen en la parada, viendo la hora que era. Luego de media hora, aproximadamente, de viaje llego a mi parada y me encuentro con mi mama y mi hermano que me esperaban en el auto.

Entro a mi casa y con mucho sueño, como algo rápido y me acuesto, después de cambiarme y ponerme cómoda, para por fin dormir mientras recorro por mi mente los recuerdos de esta noche que, obviamente, van a quedar grabadas para siempre considerándolo como uno de los mejores shows a los que asistí, siendo completamente feliz por este día.

 

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